A lo largo de la vida, poseemos muchas cosas. Unas las adquirimos casi nada más nacer, otras las vamos descubriendo con el paso de los años y también las conseguimos gracias a nuestro esfuerzo y sacrificio. La tónica general es que, a medida que pasan los años, vayamos disponiendo de cosas de más valor. Por eso tardamos algún tiempo en disponer de nuestra propia vivienda, que es la propiedad más importante que la mayoría de nosotros y nosotras tiene a lo largo de su vida. No hay mayor síntoma de libertad e independencia en una vida que el hecho de disponer de nuestra propia casa o piso… y muchas veces también es el mayor síntoma posible de felicidad.
Es precisamente eso de lo que vamos a hablar: de felicidad y vivienda. Se trata de dos factores que están conectados, que tienen mucho más que ver de lo que podríamos llegar a pensar en un principio. Todos y todas solemos comprender de inmediato que en un hogar que se ajuste más a nuestras necesidades vamos a tener mayores posibilidades de ser felices, pero lo que solemos obviar es que la felicidad de la que vamos haciendo gala gracias a nuestro domicilio es la que nos da aire para intentar solventar nuestra jornada laboral de la mejor manera posible y desafiar a cualquier tipo de problema de una manera muy diferente a como lo haríamos estando infelices en casa.
La autoestima, en definitiva, que proporciona vivir en una vivienda como la que siempre hemos querido es enorme y nos vale para superarlo todo. Por estadística, una persona va a pasar un mayor número de horas en su vivienda que en cualquier otro lado del mundo, así que tendrá mayores argumentos para ser feliz si está cómoda en la vivienda en la que vive. Eso es lo más importante y lo que va a determinar qué es de su vida, si bien tiene que preocuparse de que las personas que residen con él o ella también sean felices con la vivienda bajo cuyo techo se encuentran.
En una noticia publicada en la página web Idealista, se comenta que los españoles o españolas más felices son los que viven en casas grandes de alquiler junto a su familia. Analicemos los tres factores que nos parecen importantes de esta frase:
- Casas grandes: cuando contamos con más espacio, disponemos de más opciones de ganar en comodidad, aunque todo depende de la distribución que hagamos de los espacios interiores y del diseño, como vamos a ver más adelante.
- De alquiler: por regla general, cuando no tenemos una hipoteca solemos tener en mente muchas menos preocupaciones porque no estamos atados a nada.
- Junto a la familia: es algo lógico que así sea. Cuando vivimos con las personas a las que amamos, lo más normal es que tengamos razones de sobra para que se nos dibuje una sonrisa en el rostro.
En la página web Fotocasa también se esgrimen otras razones que proporcionan felicidad a las personas que residen en determinadas viviendas. En concreto, se menciona la relación con los vecinos, la calidad de la vivienda que están habiendo, la urbanización y la zona en la que viven. La verdad es que estamos hablando de asuntos que, desde luego, van a determinar la calidad de la vida de la gente. Lo que está claro, como estáis viendo, es que todo lo que tenga que ver con la vivienda tiene una influencia directa y muy importante en todo lo que tiene que ver con la calidad de la vida de una persona.
Uno de los elementos que va a jugar un papel muy importante en el día a día de las personas es su hogar y, sobre todo, el diseño de sus espacios interiores. Nos lo han corroborado los y las profesionales de Sergio Nisticò, un estudio de diseño y decoración de interiores. De acuerdo con su opinión, hay más gente que nunca preocupada por todo lo que tiene que ver con ese diseño y decoración de interiores porque se es consciente a día de hoy que la influencia que eso tiene en la comodidad de la gente en su hogar es enorme y lo va a seguir siendo de cara a las próximas décadas.
Una manera de ganar en comodidad y evitar accidentes
Todo lo que tenga que ver con decorar nuestros espacios interiores es básico para ganar en comodidad y también para evitar cualquier accidente que tenga que ver con la vida diaria en el hogar. Muchas veces, cuando tenemos un espacio reducido y bastantes muebles, no hay los suficientes espacios diáfanos como para que nos podamos mover con cierta tranquilidad. Y es así como llegan los golpes de todos los colores. Eso por no hablar de la suciedad, que tiende a acumularse más en sitios donde hay una concentración demasiado alta de cosas, como seguramente hayáis notado en algún momento de vuestra vida.
Con la preparación de un espacio en el que primen muchos metros cuadrados de libre circulación, es mucho más probable que estemos alejados de los posibles accidentes domésticos y de todo lo que tenga que ver con la acumulación de suciedad en según qué sitios. Ni que decir tiene que debemos hacer todo cuanto esté en nuestra mano para conseguirlo, si bien nuestra actuación en muchas ocasiones va a ser diferente con independencia de los espacios con los que contemos para llevar a cabo este asunto. Sin embargo, tened una cosa clara: siempre podemos hacer algo con el diseño y la decoración de interiores para potenciar nuestra autoestima y nuestro día a día.
Síntoma de estabilidad
El hogar es uno de los mayores síntomas de estabilidad con los que puede contar el ser humano. La verdad es que no es para menos. Cuando se apuesta por un espacio destinado a mejorar nuestra comodidad, lo que estamos haciendo ver ante nuestra familia y ante nosotros mismos es que queremos permanecer en esa vivienda durante mucho tiempo y garantizar una comodidad que sea duradera y que se extienda por muchos años más. Eso siempre va ligado a una estabilidad que es uno de los valores fundamentales de toda vida humana y que siempre es un nexo común entre todas las personas que son felices.
Con el paso de los años, lo que buscamos las personas es precisamente esa estabilidad de la que acabamos de hablar. No es extraño que así sea ni mucho menos. Cuando somos jóvenes y acabamos de salir del instituto o la universidad, estamos más dispuestos a tener algo más de inestabilidad porque estamos empezando en el mundo laboral y lo normal es que tengamos todavía el apoyo económico de nuestros padres y madres, pero cuando vamos adquiriendo una edad, eso se acaba y empezamos a querer mucha más independencia. Lógicamente, cuando tenemos una vivienda, ya sea en alquiler o en propiedad, tenemos una responsabilidad mucho más grande que la que teníamos previamente.
Como es normal, la vida cambia con el tiempo. Pero lo que nunca va a cambiar es esa necesidad humana de sentirse bien con la vivienda que se habita y esas ansias de comodidad de las que hacemos gala siempre que acudimos a ver casas o pisos para comprar o alquilar. En un mundo en el que existe una mayor presión que nunca en lo que al entorno laboral se refiere, tener la capacidad de desconectar y tener comodidad en casa es más básico que nunca. Ojalá que todo el mundo tenga la oportunidad de encontrarla y conseguir relajarse al menos durante un ratito cada día. Va a ser fundamental para intentar mantener nuestra felicidad incluso en los momentos más difíciles.
Por si fuera poco, es importante conseguir una perfecta decoración y diseño de interiores si tenemos en cuenta que ahora también trabajamos desde casa. Es algo que ha pasado desde que la pandemia hiciera acto de presencia hace algo más de cuatro años y que ha afectado a miles y miles de trabajadores de muchos sectores. Las personas que trabajan desde casa pueden estar las 24 horas del día metidas en su domicilio. ¿Os imagináis que, dada esa situación, no os gustaran las cosas o la distribución de las cosas que tenéis a vuestro alrededor? Sería complicado un día a día así, ¿no os parece?
Todo aquello que nos rodea nos afecta directa o indirectamente en nuestra vida y por eso debemos tenerlo en cuenta a la hora de ir construyendo nuestra felicidad y la de las personas que nos rodean. Ojalá que todas y cada una de las personas que estáis leyendo estas líneas encontréis la manera de sentiros perfectamente en el lugar en el que residís. Sabed que siempre hay maneras de conseguirlo, aunque vuestra vivienda sea más pequeña que la media. El desánimo no es una opción en estos casos. Hay tantas maneras de decorar y diseñar espacios como personas, así que solo tenéis que pensar cuál es la vuestra y ponerla en práctica. No os vais a arrepentir.