Nos encontramos en una situación económica en la que, a pesar de estar superando la pandemia, muchas empresas se han visto sumidas en el último año y medio. Como es lógico, se trata de una situación que no es la mejor y que está ocasionando muchos problemas en lo que tiene que ver con volúmenes de trabajo, capacidad de invertir o liquidez en caja para hacer frente a los gastos que son más urgentes. Ni que decir tiene que mejorar todos estos ámbitos es realmente imprescindible si lo que queremos es que las empresas tengan futuro en este país.
Con este caldo de cultivo, que el dinero se mueva, algo que todos los economistas aseguran que es clave para el correcto funcionamiento de la economía, es algo que no ocurre con la fluidez que se requiere. Y claro, eso tiene consecuencias acerca de qué modo y en qué plazo recibimos el dinero de la factura emitida por un trabajo prestado. Lo cierto es que, para cobrar ese dinero, algunas veces tenemos que sufrir lo indecible. Seguro que, si tenéis una empresa, os habéis encontrado en una situación que, si no es idéntica, es muy similar. Y es una pena.
Atended a lo que apunta una noticia publicada en la página web de El Español. En ella, se intenta indagar en un dato: lo que tardan las empresas en cobrar. Y es que hay algunas entidades que tardan hasta 536 días en pagar sus facturas, algo que desde luego es bastante difícil de asumir por parte de las empresas que venden un producto o que prestan un servicio. La deuda por facturas, en España, son 66.680 millones de euros y lo que tardan de media las empresas cotizadas en pagar es 193 días. Menudo dato, ¿no creéis?
Una noticia publicada en la página web Pymes y Autónomos informaba de las cinco formas que existen para cobrar una factura a un cliente, que son las que siguen:
- Factoring: implica ceder las facturas que hay contra un cliente a una entidad financiera.
- Confirming: Aquí, se cede la gestión aplazada del pago de las compras de una empresa a una entidad financiera.
- Pagaré: documento en el que se establece una promesa incondicional de pago por parte de la entidad que ha recibido el servicio o el producto. Es bastante habitual en los tiempos que corren.
- Recibos domiciliados: En este caso, se carga el pago en la cuenta bancaria del cliente.
- Transferencia: Es uno de los métodos de pago más habituales de la actualidad.
De todos los métodos de cobro de facturas que existen en los momentos en los que nos encontramos, el que está ganando una mayor repercusión especialmente entre empresas es el que tiene que ver con el anticipo del cobro de la misma a través de un tercero, que suele pagar a la entidad emisora de la factura de una manera mucho más rápida que si esta tuviera que esperar los 30, 60 o hasta 90 días que los clientes solicitan para pagar. Eso es lo que nos han transmitido recientemente desde Findango Finance.
Una manera de trabajar que facilita las cosas
Ni que decir tiene que obtener el dinero de una factura de una manera tan rápida es algo que beneficia al comercio en general. De este modo, es mucho más fácil hacer posible que las empresas tengan liquidez, un valor que es imprescindible y que no cabe la menor duda de que las empresas querrían tener siempre. No es para menos, desde luego. Así, la posibilidad de no aplazar otros pagos (a proveedores, a trabajadores o los derivados de inversiones) es real y posible.
Las diferencias de tiempo entre que prestamos un servicio o vendemos un producto hasta que lo cobramos son demasiadas y hay que hacer todo lo posible por reducirlas. Es cierto que puede ser una buena estrategia proporcionar al cliente facilidades para el pago porque de esa manera conseguiremos captar su atención o fidelizarlo, pero también es verdad que eso, en lo que respecta a la liquidez de la que dispone la entidad, puede llegar a ser un problema que es necesario resolver. Que haya una entidad financiera de por medio puede ser la alternativa ideal para ello.
Estamos convencidos de que la situación económica se va a terminar recuperando en nuestro país. Es algo que todo el mundo sabe y espera. Pero encontrar soluciones a los problemas diarios, a esos que no solo se derivan del ciclo económico que estamos viviendo, es necesario y debe ser un objetivo que en ningún momento podemos perder de vista. La verdad es que, de ese modo, encontraremos una solución para que las empresas encuentren más fácil el poder disponer de efectivo y perpetuar así su vida.