Cosas que deberás tener en cuenta si quieres cambiar de hogar

El asunto de la vivienda es uno de los que podría garantizar un debate de muchísimas horas entre dos personas que vivan en España. Sin duda, todos y todas somos conscientes de la importancia que tiene en este tema para garantizar nuestra calidad de vida, nuestro bienestar. Somos muchas las personas que comenzamos a construir nuestro bienestar a través de la compra o alquiler de una vivienda que entendemos que va a satisfacer todas y cada una de nuestras necesidades y que no va a causar un auténtico terremoto en nuestro bolsillo.

En los párrafos que siguen, vamos a desvelar cuáles son algunas de las cuestiones que debemos tener en cuenta para disponer de una vivienda en la que podamos empezar a organizar nuestro proyecto de vida, con independencia de que vivamos solos, con pareja o ya con una familia a cuestas.

Cuanta más variedad tengas, mejor será tú decisión 

Como ocurre a la hora de comprar distintos productos a lo largo de nuestro día a día, tener una gama de viviendas entre las que elegir es una buena idea porque nos permitirá hacer una comparación más completa y, en consecuencia, elegir una opción que se ajuste más a nuestras necesidades. Si te dan a elegir entre pisos o chalets, viviendas más baratas y más caras, con más o menos habitaciones o situadas más tirando a los barrios más antiguos o a los más modernos, tendrás un amplio espectro en el que moverte. Que te ofrezcan estas opciones es una posibilidad real. De hecho, son realidades que puedes comprobar en la web de Vip House Bcn, así que prepárate para elegir el que quieres que sea el hogar en el que vas a empezar a labrar un futuro.

La situación cambia por completo cuando estamos buscando nada desesperada el piso, una vivienda o una habitación en un sitio concreto. Este tipo de situaciones es bastante más común de la que nos imaginamos y da lugar a que mucha gente que especula con la vivienda se pase de largo con los precios que propone. Con esa situación se tienen que dar de bruces cada año miles y miles de personas en una ciudad como Madrid, en la que la cantidad de viviendas o pisos escasea y la de gente que busca sitio ahí se multiplica.

La vivienda media en España se construyó en los años 70, dispone de menos de 90 metros cuadrados y tiene cinco habitaciones de acuerdo con una noticia que hemos consultado y que es propiedad del diario El Debate. El mismo medio informa, de hecho, el 75% de las personas que viven en grandes ciudades de nuestro país lo hacen en una vivienda de ese tamaño como máximo, pero opciones que sean diferentes a esas también las hay y todo es cuestión de ponerse a buscar. Lo que acabamos de comentar en este párrafo no quiere decir que todas las viviendas de nuestro país sean de la misma manera.

Después, adáptala a tu gusto 

Una vez que ya tenemos una vivienda, toca adaptarla a nuestro gusto, algo que podremos hacer más fácilmente si la hemos adquirido en propiedad en lugar de alquilarla. El caso es que llega el momento de poner los muebles, de pensar en la distribución de los espacios que existen en cada una de las habitaciones, en ver de qué color podemos pintar las paredes, elegir la decoración que queremos para cada una de las estancias… El trabajo en este ámbito es mucho, pero no cabe la menor duda de que al final será satisfactorio porque estamos construyendo el hogar que queremos.

Incluso es posible que sintamos la necesidad de hacer algún tipo de obra en la vivienda antes de que empecemos a vivir en ella. En la actualidad, se estila mucho que el salón y la cocina estén unidos, por ejemplo. O quizá queramos que la habitación grande, la de matrimonio, sea todavía más grande e incorpore un cuarto de baño. Las posibilidades son muchísimas y cada persona tiene un gusto muy concreto que podrá implementar una vez que haya adquirido la vivienda. También es posible que el patio o jardín se nos haga demasiado grande y que queramos ampliar alguna habitación quitándole terreno a ese espacio.

Indaga en la zona en la que vives 

Una de las cosas que más nos importan a la hora de elegir una vivienda es el tipo de barrio en el que esta se encuentra. Cada cual tiene sus preferencias en este sentido, como no podía ser de otra manera. Hay quien prefiere que su barrio sea céntrico, mientras que otros muchos prefieren que se encuentre en la periferia. Lo que sabemos en relación a la actualidad es lo que nos indicaba la noticia que vamos a enlazar a continuación y que procede del portal web de El Economista: vivir en el centro está dejando de estar de moda. Pero eso no quiere decir que no haya nadie que no lo desee.

Normalmente, la vivienda que hemos escogido la hemos elegido teniendo en cuenta el barrio en el que se encuentra. Para ello, solemos valorar si hay servicios como supermercados, hospitales o transporte público cerca de casa. Y es perfectamente lógico que así sea, porque estamos hablando de servicios que son imprescindibles para la vida diaria y que nos van a hacer mucho más fácil el día a día. Nadie puede vivir tranquilo sin tenerlos en cuenta.

A lo que nos referíamos con el encabezado de esta parte del artículo es que, cuando ya somos conscientes de la naturaleza del barrio y sabemos que es el sitio en el que queremos residir, es momento para que lo conozcamos más a fondo, visitando sus bares, recorriendo las calles y conociendo al tipo de personas que viven en una ubicación como esta. De ese modo, estaremos todavía más integrados en la sociedad en la que estamos viviendo, una cosa que es fundamental y que nunca puede fallar.

Piensa en los más pequeños 

Si tienes hijos o hijas pequeñas, ya sabrás que tienes la obligación de hacer sacrificios con el fin de conseguir que su vida sea mejor. Prácticamente todas las decisiones que tomes en relación a los asuntos de los que estamos hablando en este artículo van a tener influencias sobre tus hijos e hijas, así que tendrás que pensar de manera constante en ellos y ellas para hacer posible que puedan crecer y desarrollarse del modo en que te esperas. Es algo perfectamente lógico y que cualquier padre o madre de este mundo tiene que admitir sin problema alguno, teniendo en cuenta que, hace algunas décadas, su padre y madre hicieron exactamente lo mismo por él.

Pensar en los más pequeños a la hora de elegir una vivienda tiene que ver con garantizar un espacio en el que puedan crecer, en el que puedan sentirse cómodos, tener que puedan cultivar esas relaciones que tan importantes son para socializarse.  La relevancia de asuntos como los que estamos comentando está fuera de toda duda y mal haríamos si decidimos poner por delante nuestra propia comodidad a la de nuestros hijos e hijas. No debemos caer en ese error ni cuando estamos cambiando de vivienda ni en cualquier otro ámbito de la vida.

Elegir una nueva vivienda es algo que debemos hacer con cuidado. Es el inicio de un nuevo proyecto, de una nueva vida. Uno tiene muchas posibilidades a la hora de ir rememorando los distintos capítulos de los que se ha ido componiendo su vida: dividirlos por trabajos, por amores, por viviendas… Este último es muy habitual, porque la vida suele cambiar bastante cuando cambiamos de casa o de piso. Aunque es verdad que muchas veces realizamos ese cambio por otro cambio que se ha producido antes (fin de una relación sentimental, inicio de otra o un simple cambio de trabajo) la verdad es que cambiar de vivienda hace que la realidad se transforme por completo.

Se trata de una situación que suele ser bastante agobiante para muchas personas, pero que tenemos que afrontar con tranquilidad. Debéis tener en cuenta que sois vosotros y vosotras mismas quienes llevéis la manija de la situación, que controléis los tiempos en los que se va a llevar a cabo la transición. A fin de cuentas, nadie mejor que vosotros y vosotras para saber qué es lo que le hace falta a vuestra vida y cómo debéis conseguirlo.

El último paso de todos es disfrutar de lo que habéis conseguido. La verdad es que, cuando ha pasado el tiempo y vemos todos los esfuerzos que hemos invertido en el nuevo hogar, solemos pensar que ha merecido la pena. Y eso es lo que más cuenta, os lo podemos asegurar. Por tanto, que nadie os diga nunca que no es interesante plantearse un cambio de vivienda si sentís que lo necesitáis. Ese puede ser el principio de una nueva vida, de una vida como la que siempre habéis querido tener. ¿Y acaso no merece la pena tenerla?

 

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