Las molestias en los dientes o en la boca pueden llegar a ser verdaderamente dolorosas e incómodas si no se tratan correctamente; y la salud bucodental afecta notablemente a nuestra estética e imagen. Una caries, o un simple dolor de muelas, puede hacer que nuestro día se tuerza y, sin lugar a dudas, tiene efectos negativos sobre nuestro bienestar a largo plazo.
Una vez que vamos al dentista y logramos ponerle solución, parece que nos despreocupamos y, por fin, respiramos tranquilamente aliviados. Sin embargo, no debemos bajar la guardia. Después de una intervención odontológica, nuestra boca suele estar más sensible de lo normal, así que lo más adecuado es agudizar el cuidado para que no se repita y prevenir futuros problemas.
Hay diferentes tipos de tratamientos que tienen el cometido de diagnosticar o curar enfermedades y otras dolencias relacionadas con la boca, los dientes y las encías. Cada intervención es distinta y el cuidado posterior también varía. Aunque lo más efectivo siempre es seguir a raja tabla las indicaciones que nos hace el dentista, para los más despistados, en este post queremos hacer un repaso general de algunos cuidados comunes que deberían tenerse en cuenta después de asistir al especialista.
Después de una limpieza dental
La limpieza profunda, también conocida como profilaxis dental, se lleva a cabo con el objetivo de eliminar la placa, el sarro y las bacterias que se acumula en dientes y encías, las cuales son muy difíciles de alcanzar a través del cuidado casero. Es un proceso recomendado, sobre todo, para prevenir algunas enfermedades como las caries o la gingivitis. No obstante, debes saber que, si decides someterte a tu primera limpieza dental, puedes tener la boca mucho más sensible de lo habitual y, por ello, hay distintas recomendaciones que debes seguir como: esperar para comer o beber aproximadamente una hora, utilizar dentífricos especiales, no enjuagarte en las 24 horas posteriores, evitar consumir líquidos muy calientes, muy fríos, o ácidos; o no ingerir otras bebidas como la coca-cola o el café durante el día siguiente, ya que pueden ocasionar manchas debido a que el esmalte estará mucho menos resistente.
Empastes
El empaste dental es una de las intervenciones odontológicas más frecuentes realizadas por dentistas. Se emplea para tratar las caries o el daño producido en muelas y dientes por bacterias. El procedimiento consiste en agujerear el diente afectado, limpiarlo de la caries y colocar una resina cuyo tamaño y material puede variar. Después de un empaste se recomienda seguir con la higiene diaria normal. Sin embargo, y dado que la resina acaba de ser colocada, deberás esperar unos días para comer alimentos muy duros o pegajosos, ya que pueden dañarla e incluso levantarla o moverla de su sitio.
Endodoncia
Si el empaste no funciona, el dentista recurrirá a la endodoncia, que consiste en eliminar los nervios y vasos sanguíneos de los dientes y sellarlos para prevenir futuras infecciones. En este caso, el procedimiento posterior de cuidados es muy similar al anterior. Tendrás que esperar un cierto tiempo para cepillar el lugar afectado y, una vez lo hagas, tendrás que tener un poco de cuidado y suavidad. Asimismo, evita comer alimentos duros o que se peguen a los dientes.
Ortodoncia
La ortodoncia sirve para corregir la colocación de los dientes y se utilizan brackets u otro tipo de alineadores que los ponen en su lugar. Este procedimiento es mucho más largo que los anteriores, ya que puede llegar a durar varios años dependiendo del paciente y del caso concreto. La rutina diaria será muy similar a la general recomendada para todo el mundo: con cepillado después de cada comida e hilo dental. Sin embargo, existen hilos dentales especiales para aparatos, y cepillos interdentales específicamente hechos para limpiar los espacios que quedan entre los brakects y evitar que la suciedad se acumule en ellos. Por otro lado, también se recomienda no consumir alimentos duros y pegajosos, ya que pueden dañar o mover el aparato; y, si lo haces, ten mucho cuidado. ¡No seas brusco!
Extracción de dientes
Cuando los dientes están muy dañados, la única opción que queda es la extracción. En este caso, durante los minutos posteriores se recomienda sujetar una gasa para evitar una posible hemorragia y no tocar el coágulo que se forme. También se dice no enjuagarse, ni cepillarse los dientes durante las siguientes 24 horas, tomar alimentos fríos o blandos; beber alcohol, o fumar. No practiques deporte o hagas mucho esfuerzo, e ingiere exclusivamente los medicamentos recetados por el médico o dentista. Una vez haya pasado el tiempo suficiente, podrás seguir tu rutina normal.
Implante
El implante se utiliza para reemplazar dientes perdidos. Al igual que en otras intervenciones, tendrás que esperar un determinado tiempo -normalmente 24 horas- y, después, comenzar a aplicar una buena rutina con el objetivo de que cicatrice adecuadamente y de prevenir infecciones. Recomiendan enjuagarse con agua salada tibia y hacer un cepillado suave. Asimismo, evita enjuagarte con productos que tengan alcohol, y beber alimentos o bebidas irritantes. Los implantes suelen ser bastante caros, así que procura cuidarlos muy bien.
Prótesis
Las prótesis también se utilizan para reemplazar dientes perdidos, pero, en este caso, pueden ser reemplazables. Como es de imaginar, la limpieza llevará más tiempo porque habrá que retirar la prótesis después de cada comida y limpiarla; al mismo tiempo que también habrá que limpiar los dientes como tal, todo ello con mucho cuidado y, preferiblemente con un cepillo de dientes suave.
Otro tipo de problemas
Estos son algunos de los problemas más comunes a los que se enfrentan los dentistas cada día. Sin embargo, se pueden dar muchas situaciones diferentes. Los especialistas de esta Clínica Dental en Tenerife tienen una sección especializada dedicada a mejorar la experiencia postratamiento incluyendo consejos y recomendaciones al terminar cada intervención. Recuerda que cada persona es diferente y cada problema requiere unas necesidades concretas. Lo mejor que puedes hacer es seguir los consejos de la persona que te atiende.
Una vez te hayas recuperado, comprométete con seguir con una buena rutina diaria. Tal y como dice la OMS, la mayoría de enfermedades bucodentales, son prevenibles en gran medida y pueden tratarse en sus etapas iniciales. Responsabilízate en la medida de lo posible y acude al dentista para hacer revisiones con frecuencia.
¡Mucha suerte!