Estoy segura de que somos muchos los que, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido que recurrir (o conocemos a alguien) a un cambio de coronas. Porque este tipo de procedimientos son más comunes de lo que parece, sobre todo en un país donde el 21% de las personas solo se lavan los dientes una vez al día.
Bueno, pues, para que te quedes tranquilo, hoy vamos a explicarte todo cuanto necesitas saber sobre un cambio de coronas de zirconio: qué es, cómo nos afecta, cómo se cuida… De esta forma, si tienes que hacer uso de este método, ya no irás con miedo.
Cambios de corona, más común de lo que crees
El cambio de coronas dentales es un procedimiento común, más de lo que te imaginas. De hecho, junto con la ortodoncia, es uno de los procesos más realizados en España.
Antes que nada, vamos a explicar qué es, para que no te hagas un lío.
Un cambio de coronas es un procedimiento dental en el que se remueven las coronas dentales existentes y se reemplazan por nuevas coronas. Las coronas dentales son prótesis dentales que se colocan sobre un diente natural para mejorar su apariencia, forma o función, ya sea porque se ha desgastado o se ha roto, o por otros factores que veremos más adelante.
Este proceso, que en general nos suele dar a todos mucho miedo, no se hace a la ligera. Es decir, tú no vas a ir al dentista, le vas a decir “quiero un cambio de coronas” y ellos te lo van a hacer. No, esto no funciona así. Normalmente, un cambio de coronas suele implicar una evaluación dental inicial de un odontólogo profesional para, así, poder determinar si se necesita un reemplazo, la toma de impresiones dentales y la preparación del diente para la nueva corona, la fabricación de la nueva corona en un laboratorio dental y la colocación y ajuste final de la nueva corona en el diente.
Como ves, el proceso es largo, pero necesario para la conservación de lo que queda de pieza dental, por lo que es importante que el profesional evalúe, por sí mismo, el mejor método de actuación y los plazos de tiempo para realizarlo.
Es importante, además, que el cambio de coronas sea realizado por un dentista capacitado y con experiencia en la colocación de coronas dentales para asegurar que se ajusten correctamente y sean cómodas, y para prevenir cualquier complicación dental en el futuro.
Factores que derivan en un cambio de corona
- Desgaste: Las coronas pueden desgastarse con el tiempo debido al uso diario y pueden necesitar ser reemplazadas para mantener una mordida adecuada.
- Daño: Las coronas pueden dañarse debido a lesiones o accidentes y pueden necesitar ser reemplazadas para restaurar la apariencia y función de los dientes.
- Decoloración: Las coronas pueden decolorarse con el tiempo debido a ciertos alimentos y bebidas, tabaco y otros factores. El cambio de coronas puede ser necesario para mejorar la apariencia de los dientes.
- Deterioro: Las coronas pueden deteriorarse con el tiempo debido a la exposición a la saliva y las bacterias. El cambio de coronas puede ser necesario para prevenir la caries dental y otras enfermedades dentales.
- Infraestructura debilitada: Si la infraestructura del diente debajo de la corona se debilita o se deteriora, puede ser necesario cambiar la corona por una nueva para proteger y fortalecer el diente.
- Ajuste deficiente: Si la corona existente no se ajusta correctamente a la forma de tu diente, puede causar problemas severos, como sensibilidad, dolor al morder, caries dental e, incluso, infección. En este caso, se puede recomendar el cambio de la corona para mejorar la función y la comodidad del diente.
- Cambio de material: Si desea cambiar el material de la corona existente, como de metal a zirconio o porcelana, por ejemplo, el cambio de coronas puede ser necesario.
Coronas de porcelana VS coronas de zirconio
Tanto las coronas de porcelana como las coronas de zirconio son opciones populares para la restauración dental y tienen sus propias ventajas y desventajas.
Las coronas de porcelana son conocidas por su apariencia natural y estética. Son translúcidas, lo que les permite reflejar la luz de manera similar a como lo hace el esmalte dental natural, lo que les da una apariencia muy realista. Además, la porcelana es muy resistente a la decoloración y es un material duradero que puede durar muchos años. Sin embargo, la porcelana es más frágil que el zirconio y puede ser más propensa a astillarse o romperse.
Por otro lado, las coronas de zirconio son muy resistentes y duraderas. El zirconio es un material muy fuerte que puede soportar grandes cargas de masticación y es menos propenso a astillarse o romperse que la porcelana. Además, las coronas de zirconio son menos propensas a sufrir abrasión y desgaste que las coronas de porcelana. Sin embargo, el zirconio no es translúcido como la porcelana, por lo que puede no ser tan estético.
En general, la elección entre coronas de porcelana y coronas de zirconio dependerá, en gran medida, de las necesidades y preferencias individuales del paciente, así como del juicio y la recomendación de su dentista. Ambos tipos de coronas tienen sus propias ventajas y desventajas, y su dentista puede ayudarle a tomar una decisión informada sobre qué tipo de corona es la mejor para su caso específico.
Muchos dentistas recomienzan el cambio de coronas de zirconio
La Clínica La Paz nos ayudan a explicar las ventajas que este tipo de coronas presentan, en comparación con el resto de materiales y de procesos del mundo odontológico:
- Durabilidad: El zirconio es un material muy resistente y duradero que puede soportar grandes cargas de masticación y es menos propenso a astillarse o romperse que otros materiales utilizados en coronas dentales. Debido a su durabilidad, las coronas de zirconio pueden durar muchos años con los cuidados adecuados.
- Comodidad: Las coronas de zirconio son muy cómodas y se adaptan bien a los dientes. Son menos propensas a irritar las encías o causar sensibilidad dental que otras opciones de restauración dental.
- Estética: Las coronas de zirconio tienen una apariencia natural y estética que se asemeja al esmalte dental natural. Además, el zirconio no se desvanece ni cambia de color con el tiempo, por lo que la corona se mantendrá con el mismo color durante mucho tiempo.
- Biocompatibilidad: El zirconio es un material hipoalergénico y biocompatible, lo que significa que es poco probable que cause reacciones alérgicas o problemas de compatibilidad en el cuerpo.
- Resistencia a la corrosión: El zirconio es resistente a la corrosión, lo que significa que no se oxidará ni se corroerá con el tiempo, incluso si está expuesto a sustancias ácidas o corrosivas. Esto puede ayudar a prolongar la vida útil de la corona dental y evitar problemas de salud dental.
- Mínima reducción dental: Las coronas de zirconio requieren una reducción mínima del diente natural en comparación con otras opciones de restauración dental. Esto significa que el diente natural se conserva en mayor medida, lo que puede ayudar a prevenir la sensibilidad dental y otros problemas dentales en el futuro.
- Fácil de ajustar: Las coronas de zirconio son fáciles de ajustar y moldear durante el proceso de restauración dental. Esto significa que se pueden hacer ajustes precisos para garantizar un ajuste cómodo y adecuado en la boca del paciente.
- Resistencia al desgaste: El zirconio es resistente al desgaste, lo que significa que las coronas de zirconio pueden soportar el desgaste y la abrasión diarios sin dañarse. Esto puede ayudar a prolongar la vida útil de la corona dental y mantenerla en buenas condiciones durante mucho tiempo.
¿Cómo cuidar una corona de zirconio?
Cuidar una corona de zirconio es esencial para mantenerla en buenas condiciones y prolongar su vida útil. Aquí hay algunos consejos para cuidar adecuadamente una corona de zirconio:
- Mantener una buena higiene dental: La higiene dental es importante para cualquier tipo de restauración dental, incluidas las coronas de zirconio. Cepíllate los dientes dos veces al día y usa hilo dental diariamente para eliminar la placa y los restos de alimentos de los dientes y la corona.
- Evita los alimentos duros y pegajosos: Evita morder alimentos duros, como caramelos y hielo, y alimentos pegajosos, como chicles y caramelos. Estos alimentos pueden dañar la corona de zirconio y hacer que se suelte o se rompa.
- Usa un protector bucal: Si practicas deportes de contacto o padeces de bruxismo (apretar o rechinar los dientes), usa un protector bucal para proteger la corona de zirconio de posibles daños.
- Visita al dentista regularmente: Es importante hacerse chequeos regulares con el dentista para asegurarse de que la corona de zirconio esté en buenas condiciones y que no haya problemas dentales subyacentes.
- Evita el tabaco y el alcohol: El tabaco y el alcohol pueden dañar la corona de zirconio y la salud dental en general. Evita fumar y consumir alcohol en exceso para mantener tu salud dental en buen estado.
- Usa productos dentales recomendados: Utiliza productos dentales recomendados por tu dentista, como pasta dental con flúor y enjuague bucal. Evita el uso de productos abrasivos o blanqueadores que puedan dañar la corona de zirconio.