Hemos vivido uno de los inviernos más duros que muchos podemos recordar, un invierno parecido a esos que nuestros abuelos nos describÃan para referirse a los años 30, 40 o 50. Un invierno que ha traÃdo una cantidad de lluvia como la que jamás habÃamos visto, granizadas e incluso nevadas, una condición atmosférica que poco a poco parecÃamos estar perdiendo en un paÃs como el nuestro.
Las consecuencias del invierno se hacen evidentes ahora que la primavera ha llegado y que el sol comienza a aparecer con mucha más fluidez a como lo hacÃa durante los meses de enero o febrero. Nos referimos a consecuencias que van más allá del frÃo o del simple perjuicio que tiene para el turismo (por poner un ejemplo) el hecho de que el cielo se encuentre encapotado. Nos referimos, por ejemplo, al grave perjuicio que supone para los tejados el haber tenido que soportar la gran cantidad de agua que ha caÃdo durante los últimos meses. Un agua que ha desgastado de manera importante e incluso grave buena parte de los tejados españoles.
En un paÃs como Argentina, por ejemplo, muchÃsimos albañiles reconocieron tener que estar trabajando a destajo para reparar muchos de los techos que habÃan sido debilitados como consecuencia de la lluvia, tal y como relata este artÃculo del diario Los Andes. Aunque vivimos al otro lado del Atlántico y España es un paÃs que cuenta con mejores construcciones e infraestructuras que Argentina, lo cierto es que no se pueden perder de vista este tipo de problemas.
Teniendo en cuenta también que, tal y como afirma el diario El Economista en un artÃculo publicado el primer dÃa de marzo de este mismo año, España ha sufrido durante este invierno los dÃas más lluviosos de la década. Unos dÃas que desde luego serÃa más correcto catalogar como meses, puesto que enero, febrero y buena parte de marzo han dejado una cantidad de precipitaciones como la que hacÃa tiempo que no se recordaba. Y eso deja más problemas de los que inicialmente se han previsto.
Como consecuencia de esas lluvias que nos han mantenido en casa durante muchos dÃas este invierno, muchos de nuestros tejados y cubiertas necesitan ahora una reparación a causa del desgaste producido o de las filtraciones que han aparecido. En efecto, los profesionales de una de las entidades que se encargan de labores como esta, Cubiertas Estévez, han notado un repunte de las llamadas recibidas durante el pasado mes de abril. Y es que hay muchas personas preocupadas por el estado de sus tejados después de que haya pasado un mal tiempo que este 2018 se ha extendido mucho más de lo normal y que ha hecho más grande su intensidad.
Es fundamental no darle una oportunidad más a las lluvias (460)
Aunque este mes de abril también ha traÃdo lluvias hasta muchas de nuestras ciudades, es cierto que se ha notado una mejorÃa en lo que a las temperaturas y a la incidencia del sol se refiere. Es, por lo tanto, la hora de que tomemos medidas al respecto. O, si se prefiere, hacerlo durante el verano. Pero es necesario tener en cuenta que las lluvias van a regresar de cara al próximo otoño y que, para entonces, nuestros tejados y nuestras cubiertas ya tienen que estar libres de todo peligro y desgaste.
Como han evidenciado los profesionales de Cubiertas Estévez, ya hay muchas personas que han tomado medidas al respecto, personas que han sido conscientes de que la lluvia juega un papel muy importante en el desgaste de los tejados. Y es que, aunque es necesaria de un modo incuestionable para nuestra sociedad y para la gente que la compone, el agua también puede llegar a ser muy traicionera si la relacionamos con otro tipo de asuntos. Asà que la mejor alternativa en lo que tiene que ver con las lluvias de este invierno consiste en ser prudente y verificar que ninguna de nuestras propiedades ha sido dañada.
La más mÃnima tregua de las lluvias es la mejor amiga para tratar de poner toda la carne en el asador y evitar cualquier tipo de desperfecto. No hay que recordar que cualquier dÃa las precipitaciones pueden volver a marcar nuestro dÃa y que, teniendo en cuenta la fuerza con la que caen en una estación como la primavera, esto puede acarrear terribles consecuencias para nuestro tejados