Esta es la ropa que llevan los camareros hoy.

Así es el uniforme de camarero hoy en día

El uniforme de los camareros permite a los clientes identificar al personal del restaurante de un solo vistazo y transmite el mensaje que el restaurante quiere dar a su público. Así es la ropa que llevan los camareros en la actualidad.

Tiempo atrás, casi todos los camareros vestían igual. Camisa blanca, pantalón negro y zapatos. Era un uniforme que permitía identificar a la profesión. En establecimientos de más postín, se complementaba el uniforme con una chaquetilla o un chaleco y con una pajarita.

Los tiempos han cambiado, y la diferenciación entre un establecimiento y otro se ha convertido en la regla. Esto se ha trasladado al terreno de la moda laboral.

Digamos que antes, en lo principal, todos los restaurantes eran iguales. Se diferenciaban, principalmente, por el precio y la calidad de la comida. Hoy en día tenemos una variedad de restaurantes extensa. Tenemos restaurantes de comida casera, de comida rápida, de comida asiática, italianos, mexicanos, de comida de autor, vegetarianos. En fin, una oferta inabarcable. Los restaurantes no compiten entre sí por el precio, sino por el tipo de comida y por la experiencia que ofrecen al comensal.

Ningún restaurante quiere ser igual que el que está al lado. Quieren dar una oferta diferente, para que el cliente pueda elegir. Esto se ha reflejado en los uniformes de los camareros, en los que se tiende a huir del clasicismo propio de otros tiempos, y donde el uniforme de cada establecimiento es distinto.

Esta variedad la podemos apreciar en webs de ropa de trabajo, como Unicat, una tienda valenciana de ropa laboral en la que se pueden ver desde las clásicas camisas de camarero, pero en color negro, hasta polos y delantales personalizables, tanto por el color como por la imprimación del logo. Un tipo de uniforme que nos hubiera parecido chocante décadas atrás.

El uniforme es fundamental.

Así lo da a entender la web para hostelería Rentabilibar. En la restauración moderna, la decoración del local, la organización de las instalaciones y la apariencia de los camareros son tan importantes como la comida que se sirve. Toda forma parte de una experiencia única que se brinda al cliente.

El uniforme crea marca. La marca es un conjunto de elementos que hacen que los usuarios diferencien un producto o una empresa dentro de un sector.

La marca también crea una comunidad; es decir, un conjunto de personas que siguen la evolución de ese producto, sus novedades y que, en muchos casos, son clientes más o menos fieles.

La marca concentra la filosofía y los valores de la empresa. Esto se deja ver en la ropa de trabajo. Si un restaurante quiere dar una imagen clásica, donde lo que prima es la calidad del producto siguiendo una cocina tradicional, vestirá a sus camareros de una forma más o menos elegante. Camisa, pantalón de pinzas, corbata, chaleco, etc.

Si por el contrario, lo que se pretende es transmitir una imagen más juvenil, más dinámica, más informal, se sustituirá la indumentaria clásica por una ropa más casual. Las camisas se cambian por polos o camisetas y los pantalones de vestir, por pantalones vaqueros.

Ya que cada restaurante es distinto, cada uniforme también lo debe ser. Cada restaurante debe tener su propio uniforme. La ropa que llevan los camareros refuerza la ley de la diferenciación que reina hoy en la hostelería.

Además del aspecto estético, la ropa de un camarero debe ser cómoda y práctica. La sustitución de las camisas blancas de camarero por camisetas polo no obedece solo a una imagen más fresca. Los polos son más cómodos de llevar que las camisas, sobre todo, porque se arrugan menos. Esto facilita que el camarero luzca una imagen impecable en todo momento, con menos esfuerzo.

Otra de las prendas que ha irrumpido en la vestimenta de los camareros son los delantales. Tiene una razón de ser. El bregar de los camareros, yendo todo el servicio de arriba para abajo, hacía que con frecuencia se mancharan los pantalones. Los delantales, más fáciles de lavar, protegen esta prenda de vestir de posibles manchas como el vino o la grasa, difíciles de eliminar.

En muchos restaurantes, se han sustituido los clásicos zapatos por calzado deportivo de calle. Esto reduce las caídas y los resbalones en el trabajo y facilita que el camarero se mueva más cómodo durante toda la jornada.

Distintas tendencias.

Un artículo publicado en el periódico La Vanguardia habla de cómo han cambiado los uniformes de sala en los restaurantes. En este reportaje se pueden ver diferentes tendencias. Desde la más sofisticada hasta la más deportiva.

Julen Bergatiños, propietario de un restaurante en el centro de Bilbao, cuenta como en la reapertura de su local optó por vestir a sus camareros con traje de chaqueta y corbata, eso sí, con el logotipo del restaurante bordado sobre el bolsillo superior de la americana.

“No quería que el personal de sala vistiera de calle,” – dice Julen – “el mensaje que se transmite con el uniforme es que el cliente entra en un local exclusivo, donde va a recibir una atención esmerada.” Joan Camacho, propietario de Des Garçons de Café, una casa de diseño de ropa para hostelería, que apuesta por los trajes en sala, opina que “no se trata de tener el uniforme más futurista, sino de educar a los camareros de que la ropa de trabajo es tan importante como el servicio que prestan, por lo que deben acostumbrarse a cuidarla.”

En el lado opuesto, el director de Qooquer, una marca de ropa para hostelería que ha cogido una línea más informal, haciendo de los delantales la prenda principal del uniforme del camarero, opina que “en estos momentos se busca crear ambientes desenfadados y acogedores. Esto se traslada a la ropa del personal de cocina y sala. La apertura de las cocinas a la sala también ha sido un factor determinante a la hora de buscar una imagen más actual y fresca. Además, factores como la sostenibilidad, tanto medioambiental como social, tienen cada vez más importancia para las empresas a la hora de elegir su uniforme”.

Para el director de esta marca, tener a todo el personal de un restaurante vestido con la misma ropa crea espíritu de equipo. Reafirma la idea de que todo el personal está en el mismo barco, que trabajan todos juntos para tirar  el restaurante hacia delante.

Prácticas antiguas, como la de vestir al jefe de sala con una ropa diferente, una chaquetilla de otro color o vestir de traje, puede tener en la actualidad un efecto contraproducente. Hace que el cliente se sienta menos integrado en el restaurante.

Características que ha de tener el uniforme de camarero.

Resumiendo un poco, estas son las características que debe reunir el uniforme de un camarero:

  • Comodidad. El uniforme debe ser cómodo para permitir libertad de movimiento durante las largas horas de trabajo en los turnos de hostelería.
  • Funcionalidad. Debe ser un uniforme práctico, que incluya bolsillos y elementos prácticos para llevar herramientas como bolígrafos, blocs de notas, abridores de botellas, etc.
  • Duradero. La ropa de trabajo de un camarero debe estar fabricada con materiales resistentes que soporten el desgaste diario y los lavados frecuentes.
  • Fácil mantenimiento. Los tejidos con los que están hechos, deben ser fáciles de lavar y mantener, evitando arrugas y manchas persistentes.
  • Higiénico. La higiene también es un aspecto fundamental. La clásica camisa de camarero era blanca porque se podía lavar con lejía y desinfectar. No olvidemos que un restaurante es un establecimiento público en el que se sirven comidas. La limpieza y la higiene, en todos los aspectos, es fundamental, para evitar posibles infecciones. Esto también se da en la indumentaria del personal. Aunque se opte por una ropa más moderna e informal para vestir a los trabajadores, esta se debe poder desinfectar.
  • Estilo y presentación. El uniforme debe estar alineado con la imagen corporativa de la empresa. Eso significa que debe estar acorde con el espíritu que quiere transmitir. Debe incluir elementos identificativos como los colores corporativos y el logotipo.
  • Adaptable a las estaciones del año. El uniforme debe estar adaptado a la temperatura del local y a las condiciones climáticas del año, frescura en verano y calidez en invierno.
  • Identificación del personal. El uniforme debe permitir que cualquier cliente, aunque nunca antes haya comido en el establecimiento, pueda identificar inmediatamente al personal de sala, para que pueda reclamar un buen servicio. Por tanto, vestir a los camareros con ropa que pueda confundirse a los clientes  no es una buena idea.
  • Seguridad. La seguridad es otro aspecto importante. Se deben evitar elementos que puedan provocar accidentes o hacer que el camarero se enganche con la ropa. En este sentido se deben evitar botones sueltos, cordones largos y suelas deslizantes en el calzado.
  • Profesionalidad. Por último, el uniforme debe transmitir una imagen de profesionalidad e inspirar confianza a los clientes.

La hostelería ha cambiado bastante en los últimos años. Como es lógico, esto ha hecho que los uniformes evolucionen. Algo que tiene especial relevancia en un país como España donde la presencia de bares y restaurantes es numerosa.

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