A medida que nos vamos haciendo mayores, valoramos mucho más cada momento de ocio que se presenta en nuestras vidas. Desde luego, eso es algo que aprendemos a hacer cuando, por ejemplo, empezamos a trabajar y nuestro tiempo de ocio y asueto se reduce de una manera drástica. Precisamente por este tipo de razones estamos más agradecidos a todas aquellas personas o entidades que trabajan para garantizar que nuestros tiempos de libertad sean lo más felices posibles tanto para nosotros o nosotras como para el resto de nuestras respectivas familias.
Todos y todas solemos tener cierta añoranza por las cosas que solíamos hacer cuando éramos apenas unos críos o crías. Cumplimos años y tenemos que ir renunciando, una a una, a todas esas cuestiones. Pero, aunque no con la misma periodicidad, siempre podremos encontrar una ocasión en la actualidad para revivir todos aquellos momentos, sobre todo si nos encontramos viviendo un más que merecido periodo vacacional en el que sí tenemos la oportunidad de encontrar una tarde libre para reunirnos con viejos amigos, familiares y con todas esas personas que, de una u otra manera, marcaron nuestra infancia.
Hemos detectado que, en este tipo de situaciones, una de las mejores maneras de aprovechar el momento es disfrazarnos. Es algo que se está empezando a convertir en una tendencia bastante arraigada en este tipo de reencuentros y de fiestas y que permite un disfrute realmente extraordinario. Es algo que, además, supone un recuerdo perfecto acerca de nuestros momentos más dulces durante la infancia. ¿Quién no se ha disfrazado con amigos o amigas en un Carnaval, en Halloween o durante una fiesta de cumpleaños? Pues ahora podéis aprovechar cualquier excusa para revivir esos momentos y dejar que la nostalgia os invada por completo.
Porque disfrazarse va mucho más allá del Carnaval
Un error bastante común es el de considerar al disfraz como el producto estrella del mercado solo cuando llega Carnaval o Halloween. Es evidente que estos son momentos en los que el disfraz vive su momento álgido durante todo el año, pero quien considere que cualquier otro instante no es bueno para disfrazarse se equivoca de una manera bastante considerable. Y es que no hay ningún momento que pueda ser considerado como malo para cambiar nuestra apariencia y disfrutar con todas y cada una de las sensaciones que eso implica.
Es cierto que, por ejemplo, los medios de comunicación solo suelen hablar de disfraces cuando llega uno de esos dos momentos que hemos comentado. Valga como prueba la noticia que os vamos a enlazar a continuación, publicada en la página web del diario ABC, en la que se comentan algunas de las ideas más originales de cara al Carnaval de este 2020. Pero es que el disfraz existe durante el resto del año, señoras y señores, gracias al trabajo de muchas personas y entidades que son conscientes de que sí, cualquier momento es ideal para coger un traje y disfrutar de todas las alegrías que eso implica.
Fijaos también en lo que apunta el artículo relativo a “fiesta de disfraces” en Wikipedia. Ahí habla de fiestas colectivas, parciales, de tema único, de color o de máscaras. Ya veis que existen muchísimas posibilidades. Y es que el artículo incluso se olvida de las fiestas de cumpleaños, en las que viene siendo tendencia disfrazarse y que, desde luego, siempre ocupan un lugar destacado en los mejores recuerdos que tenemos de nuestros amigos o de nuestros familiares. Y eso sí que merece ser considerado como un tesoro que nada ni nadie nos puede arrebatar.
Una tendencia que, sobre todo, se mantiene vigente en España
Disfrazarse para cualquier evento o celebración es algo que viene ganando mucho terreno en nuestro país en los últimos años y que está siendo posible gracias al buen trabajo de todas las entidades que forman parte del sector del disfraz, que ofrecen una variedad de modelos que se ajustan perfectamente a cada una de las situaciones en las que se puede hacer uso de uno de estos trajes. Desde Ideal Fiestas nos han comentado que han percibido un aumento considerable de los grupos de amigos que se disfrazan para la celebración de un cumpleaños, algo que ya no resulta ni mucho menos extraño en el interior de nuestras fronteras.
Y es que ningún lugar en el mundo es más propicio que España para disfrazarse. Aquí celebramos de una manera bastante potente el Carnaval. De hecho, los de Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria o Cádiz son de los tres más grandes del mundo. Pero es que también viene siendo habitual celebrar Halloween cada vez con más furor. De hecho, hay quien dice que el origen de esta festividad es más español de lo que creemos y no tan estadounidense. No nos extrañaría en absoluto. Que en España nos gusta el disfraz es algo que ya escapa de toda duda.