En el sector profesional, los tejidos que no tienen buena calidad lo que hacen es poner en serio riesgo la imagen o incluso la credibilidad por parte de la empresa en la que trabajamos, pues es bastante desagradable darnos cuenta que una prenda se fabrique con una tela que sea mala y se haya roto, que se destiña o se deshebre al poco tiempo de ser utilizada.
Por fortuna, es posible el poder evitar que todo ello suceda cuando elijamos nosotros la tela con la que se harán los uniformes, por lo que vamos a compartir contigo una serie de sugerencias para que se reconozca de forma sencilla un tejido de buena calidad de aquel en el que no va a merecer la pena la inversión.
¿Qué es lo que determina la calidad?
Respecto a esto, como nos dicen los profesionales del sector de rioma.com, el proceso en el que se fabrican y los materiales que se usan en él tienen una gran influencia importante en cuanto a lo que van a durar y la propia calidad de los textiles, por lo que la producción se tiene que someter a elevados exámenes químicos y el desempeño antes de que se venda.
Debemos saber que, para que se abaraten los costes de producción, son bastantes compañías que no realizan dichas pruebas o que se hagan a medias, por lo que esto termina haciendo que el producto al final sea defectuoso, desteñido o se deshilache.
¿Qué opción es la mejor?
No debes fiarte de las empresas que no cuenten con mucha experiencia o puedan prometer unos precios reducidos, por lo que lo mejor es elegir a un proveedor que te de una oferta especial sobre lo que estés buscando y tenga el compromiso de dar la calidad que puedas merecer en el tiempo justo.
Cada clase de tela tiene una utilización y características concretas, por lo que antes de que se haga un examen de cualquier clase de tejido es necesario saber los que vamos a necesitar y el uso que queremos darles.
Antes de proceder al corte, debes revisar:
Anchura y largura
Es de gran importancia su consideración a la hora de hacer la programación del trazo de los patrones e ir calculando los sobrantes mientras se hace el corte, de tal forma que los rollos de tela cuenten con las medidas más apropiadas.
Defectos de fábrica
En este sentido, las irregularidades en los materiales como que haya esquinas rotas, manchas o incluso agujeros, no se deben pasar nunca por alto.
El examen de las arrugas
Solo es necesario el que se tome una parte de la tela y apretarla en la mano solo por unos segundos. Si se suelta y queda bastante arrugada, la tela no será de buena calidad, salvo que sea un tejido ligero que se cree para dicha propiedad.
Elasticidad
Solo tienes que estirar una parte del tejido con las manos y soltarla en el caso de que haya perdido la forma, sea un material económico y de reducida calidad.
Gramaje
Esta medida para pesar lo que nos dice es lo ligera que será la tela y si la relación de los gramos por metro es buena.
Diseño y colorido
Los tonos tienen que ser uniformes y vivos, con especial atención a la delicadez y homogeneidad.
Confianza en las manos
Solo tienes que dedicarle unos segundos a tocar la superficie de la tela, confiando en el tacto, puesto que las telas normales disponen de unas texturas que serán de mayor tosquedad.
¿Qué se debe tener en cuenta?
La tela y su finura van a determinar el comportamiento y la sensación al tacto. En el caso de las fibras gruesas y rígidas le darán más firmeza y resistencia a las arrugas. Las más finas le darán suavidad y flexibilidad con una caída buena.
Pensemos que los acabados mejores son de fibras naturales como la lana o la seda. En el caso del algodón tiende a irse encogiendo después de que se lave.
La calidad por encima de todo
Se dice aquello de los barato sale caro, pues bastantes veces tomar decisiones de comprar orientadas a los precios lo que hace es terminar poniendo en riesgo la calidad que van a tener las prendas, por lo que debes asegurar de que la inversión que hagas sea de verdadera calidad.
Deseamos que este contenido sirva para que muchos de vosotros podáis tener mucho más claro lo que se debe conocer antes de comprar una tela, pues ya has visto que no es tan fácil como parece.