Los implantes dentales se colocan en el maxilar y son idóneos para reponer dientes perdidos o ausentes. Antes de colocar los implantes, el dentista debe conocer las características que presenta la zona y revisar la cavidad oral del paciente para comprobar que no sufre ninguna patología en las encías. Desde El Consejo General de Dentistas informan que «la mayoría de los implantes dentales están compuestos de titanio o de zirconio, ya que son materiales biocompatibles que se unen al hueso física y químicamente durante el proceso de osteointegración y, además, son resistentes y duraderos».
Además previenen la reabsorción ósea, y tienen un alto índice de éxito y durabilidad. Es muy importante que una vez colocados los implantes por un dentista experto en implantología sigamos unos hábitos de higiene bucal que nos permita mantener los implantes en correcto estado durante muchos años. Es aconsejable usar cepillos interdentales, seda dental y chorros de agua a presión.
Uno de los factores más importantes para mantener los implantes dentales bien durante más tiempo es un correcto cepillado dental. También es aconsejable las visitas periódicas para controlar los implantes dentales y vigilar el estado del hueso y la encía que rodea el implante dental. El especialista prestará atención al sellado de las restauraciones y a las posibles inflamaciones gingivales.
Los especialistas en estética dental e implantes dentales de la clínica dental Evalue nos explican que la vida útil de los implantes dentales depende de muchos factores: la técnica de las operaciones quirúrgicas, la resistencia del implante, la biocompatibilidad del material, la forma y la superficie del implante, la microestructura del implante y la fuerza de los componentes.
Cuando llevamos implantes dentales es muy habitual que se queden restos de comida sobre las coronas y esto es porque la encía tras la pérdida del diente original, se ha contraído y queda una pequeña concavidad entre la encía y la corona. Es muy importante la higiene de los implantes dentales, por lo que muchas marcas dedicadas a la higiene oral cuentan con líneas de cepillos dentales especialmente destinados a los implantes porque garantizan una correcta higiene en las zonas de más difícil acceso.
Los cepillos especiales para los implantes dentales disponen de un cabezal cónico y están diseñados para que podamos llegar con facilidad a todos los rincones de la boca evitando la aparición de placa. Hay cepillos dentales especiales para los implantes dentales y pueden ser manuales o eléctricos. Pero lo ideal es optar por cepillos con cerdas sintéticas blandas y puntas redondeadas.
Existen cepillos con filamentos suaves y redondeados para acceder a la cara posterior de los implantes. Son idóneos para limpiar con total profundidad el área de unión entre el implante y la encía desde el lado lingual. Otro tipo de cepillo para implantes que podemos encontrar presenta un cabezal pequeño para acceder a zonas estrechas, y sus filamentos suaves y redondeados proporcionan una limpieza suave. El cepillo de filamentos cortos y extra suaves, concentrados en forma de cúpula es idóneo para limpiar la zona de unión entre el implante y la encía, así como los aditamentos de sobredentaduras.
Es fundamental utilizar los cepillos interproximales para poder limpiar la base de las prótesis, los espacios interproximales o la zona situada por debajo de las barras de conexión en caso de sobredentaduras. Hay que escoger un tamaño de acuerdo al espacio disponible y la superficie metálica de alambre central deberá estar recubierta de teflón o nylon. Lo ideal es usar una pasta dental con un bajo grado de abrasividad y que lleve en su composición medicamentos, como el triclosán o la clorhexidina.
Se recomienda utilizar los irrigadores dentales porque no son agresivos con la encía y permiten eliminar fácilmente restos de comida en la base del implante. Este aparato también masajea eficazmente las encías y mejora la microcirculación en los vasos de la cavidad oral. La irrigación se lleva a cabo con un chorro constante de agua caliente, y el tiempo recomendado para el procedimiento en los dientes y las encías es de 5 a 10 minutos.
Es importante escoger la boquilla correcta y seleccionar la presión adecuada. Este aparato mejora la salud bucodental y previene algunas enfermedades como caries, gingivitis, periodontitis o halitosis. Se recomienda seguir la línea de la encía, y después pasar por las piezas dentales y por los espacios interdentales. En dos minutos podemos limpiar toda la cavidad oral, ya que lo ideal es presionar el chorro unos dos segundos sobre cada pieza dental. Con el irrigador conseguiremos mantener en buen estado los implantes, ya que elimina más suciedad y llega a zonas a las que no siempre llegan los cepillos de dientes.