¡El blanqueamiento dental está de moda! Podemos verlo en anuncios de la tele, en cuentas de influencers de Tiktok e Instagram, y prácticamente en todas partes; sin embargo, ya no se hace como se hacía antaño. El sector de la belleza está avanzando a pasos agigantados, tanto que actualmente es uno de los más importantes del mercado (desgraciadamente, ya que hay cosas mejores y menos superficiales que podemos tratar entre nosotros). Esto ha llevado a la creación de tratamientos que hoy día son de culto como los kits de blanqueamiento dental caseros ¡imagínate!
Y es que, la idea de obtener una sonrisa más blanca sin tener que pasar por la consulta del dentista es, sin duda, atractiva ¡pero tiene sus desventajas, como todo! Los anuncios prometen resultados rápidos y efectivos, a veces en cuestión de días; sin embargo, detrás de estas promesas se esconden preguntas importantes:
¿Es realmente seguro este proceso? ¿Cuáles son los riesgos y las posibles consecuencias? Y, quizás lo más importante: ¿Son realmente efectivos estos productos en comparación con un tratamiento profesional?
Si tú también quieres respuesta a todas estas preguntas, no te pierdas este artículo.
¿Cómo funcionan los productos de blanqueamiento dental en casa?
“¿Pero ¿Cómo pueden funcionar estos aparatos sin la necesidad de ir al dentista?” Es una de las preguntas que la mayoría de las personas sigue haciéndose hoy día ¡y es normal!
Para abordar el tema, lo primero es comprender cómo funcionan estos kits.
Estos kits de blanqueamiento dental para uso doméstico están compuestos de tiras blanqueadoras, geles, luces LED y moldes dentales. La mayoría de estos productos contienen peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida, que son los agentes responsables de blanquear los dientes. Estos compuestos químicos penetran el esmalte dental y descomponen las moléculas responsables de las manchas en los dientes, logrando un efecto de blanqueamiento.
El peróxido de hidrógeno es el mismo ingrediente que utilizan los dentistas, pero en concentraciones más bajas para los productos de venta libre. Los tratamientos profesionales pueden contener hasta un 40% de peróxido de hidrógeno, mientras que los kits caseros suelen tener entre un 3% y un 20%. La lógica detrás de esto es sencilla: a menor concentración, menor es el riesgo de efectos secundarios, pero también menor es la efectividad del blanqueamiento.
Para seguir, el proceso para aplicar el kit se hace de la siguiente manera:
- Limpieza previa: Primero, te cepillas los dientes para eliminar cualquier resto de comida.
- Aplicación del producto: Si usas tiras blanqueadoras, simplemente las colocas sobre los dientes y las presionas para que se adhieran. Si es un gel, lo aplicas directamente en los moldes dentales (que se parecen a un protector bucal) y luego colocas los moldes en la boca, asegurándote de que el gel cubra bien los dientes.
- Tiempo de espera: Dejas el producto en los dientes durante el tiempo recomendado, generalmente entre 20 y 45 minutos, dependiendo del kit.
- Enjuague: Retiras las tiras o los moldes, y te enjuagas la boca para eliminar cualquier residuo del producto.
Algunos kits incluyen una luz LED que se activa durante el proceso para potenciar el efecto del blanqueador; este proceso suele repetirse diariamente durante un período de días o semanas, según las instrucciones.
¿Cómo de seguro es el blanqueamiento dental en casa?
A pesar de las ventajas, es muy importante abordar la cuestión de la seguridad de usar estos tratamientos blanqueadores en casa. Esto puede depender de varios factores, incluyendo el tipo de producto utilizado, la concentración del agente blanqueador, la frecuencia del tratamiento, y las condiciones particulares de la salud dental de cada persona. Ante todo, debemos cerciorarnos de que dicho tratamiento está supervisado por profesionales de la salud dental en todo momento, ya que algunos tratamientos podrían ser fraudulentos.
Asimismo, algunos de los riesgos de salud más comunes relacionados con esos tratamientos son:
- Sensibilidad dental.
Uno de los efectos secundarios más reportados del blanqueamiento dental en casa es la sensibilidad dental. Los agentes blanqueadores pueden irritar los nervios de los dientes, causando una sensación de incomodidad o dolor al consumir alimentos o bebidas frías o calientes; esta sensibilidad suele ser temporal, pero en algunos casos puede perdurar.
- Irritación de encías.
El contacto prolongado del agente blanqueador con las encías puede causar irritación y enrojecimiento. Esto ocurre especialmente si el producto se aplica de manera incorrecta o si el molde dental no se ajusta bien.
- Desgaste del esmalte.
Aunque los productos están diseñados para ser seguros, el uso excesivo o incorrecto puede causar el desgaste del esmalte dental, afectando así a dicha capa protectora de los dientes.
El esmalte desgastado puede aumentar la sensibilidad y hacer que los dientes sean más propensos a la caries y otros problemas dentales.
- Resultados desiguales.
A diferencia de los tratamientos profesionales, en los que un dentista controla el proceso y ajusta el tratamiento según las necesidades de cada persona, los kits caseros pueden no proporcionar un blanqueamiento uniforme. Las manchas profundas o los dientes con tonos muy diferentes podrían no aclararse de forma uniforme, lo cual puede dar como resultado una sonrisa con un aspecto un tanto irregular.
¿Cuáles son las principales diferencias entre el blanqueamiento en casa y en el dentista?
Proseguimos con el tema, y para entender en profundidad si el blanqueamiento dental en casa es seguro, es importante compararlo con el tratamiento profesional realizado en una clínica dental.
Para comenzar, y como bien explican los profesionales de Clinica Dental Santé, este dentista en Chamberí, los tratamientos profesionales no solo utilizan concentraciones más altas de agentes blanqueadores, sino que también están supervisados por un dentista que puede ajustar la fórmula y la aplicación según las necesidades específicas del paciente. Además, un dentista puede tomar medidas para proteger las encías y otros tejidos blandos de la boca durante el tratamiento, reduciendo el riesgo de irritación.
Por otro lado, los productos de blanqueamiento en casa suelen ser genéricos y no están adaptados a las particularidades de cada persona; además, son menos potentes, lo cual también significa que los resultados pueden ser menos impresionantes y más lentos en comparación con los tratamientos profesionales.
Asimismo, es importante mencionar que los tratamientos en la clínica a menudo incluyen una evaluación previa, en la cual el dentista puede detectar problemas que podrían ser agravados por el blanqueamiento, como caries, enfermedad de las encías o esmalte debilitado. Esta evaluación no está presente en los tratamientos caseros, lo que podría llevar a complicaciones si el blanqueamiento se realiza sobre dientes o encías dañadas.
En resumen, digamos que el blanqueamiento en casa es más cómodo y más económico, pero no más eficaz, y esa es su principal diferencia.
Consejos para un blanqueamiento seguro en casa.
Si de todas formas decides optar por el blanqueamiento dental en casa, hay algunas precauciones que puedes tomar para minimizar los riesgos y maximizar la efectividad del tratamiento:
- Consulta con un dentista antes de comenzar.
Aunque el blanqueamiento sea casero, es una buena idea hablar con tu dentista antes de iniciar el tratamiento. El dentista puede analizar y determinar si eres un buen candidato para el blanqueamiento y ofrecerte recomendaciones sobre qué productos utilizar.
- Sigue las instrucciones al pie de la letra.
Cada producto viene con unas instrucciones específicas, y, por lo tanto, es muy importante seguirlas cuidadosamente si queremos evitar sufrir efectos secundarios. Asimismo, recuerda no dejar el producto en tus dientes por más tiempo del recomendado y no uses el tratamiento con mayor frecuencia de lo indicado.
- Elige productos de marcas conocidas.
El mercado está inundado de productos de blanqueamiento dental, algunos de dudosa calidad; para evitar problemas, te recomendamos optar por marcas conocidas que hayan pasado por pruebas de seguridad y eficacia.
- Mantén una buena higiene dental.
El blanqueamiento no sustituye la higiene dental regular. Asegúrate de cepillarte los dientes dos veces al día, usar hilo dental, y visitar a tu dentista regularmente para mantener la salud de tus dientes.
- Escucha a tu cuerpo.
Si experimentas dolor o una sensibilidad que no desaparece después del blanqueamiento, detén el tratamiento y consulta con tu dentista. Ignorar estos síntomas podría llevar a problemas más graves.
La importancia de las expectativas realistas.
Otro de los aspectos clave a tener en cuenta al considerar el blanqueamiento dental en casa es mantener expectativas realistas. Aunque los productos disponibles en el mercado prometen resultados visibles, es fundamental entender que el nivel de blanqueamiento puede variar de persona a persona. Factores como el color natural de tus dientes, la presencia de manchas profundas, y tus hábitos alimenticios (como el consumo de café, vino tinto, o tabaco) pueden influir en gran medida en los resultados finales.
Además, es importante recordar que los productos de blanqueamiento dental en casa están diseñados para proporcionar un aclaramiento gradual; de modo que, en lugar de esperar una transformación espontánea de un día para otro, deberías prepararte para un proceso más lento y paulatino. Si tienes paciencia y constancia, tus dientes y encías estarán más seguros y además lograrás unos resultados más naturales y sostenibles a largo plazo.
En conclusión: sí, es seguro hacer el blanqueamiento dental en casa si seguimos ciertos consejos y somos pacientes, aunque no es el tratamiento más recomendable para algunas personas. Sea como sea, cuídate y asegúrate de mostrar el cariño y la atención que se merece tu cuerpo en el proceso tomando las mejores decisiones.
¡Tu sonrisa es única, cuídala bien!