Los E.P.I.s más utilizados.

Equipo de Protección Individual

EPI es un acrónimo que hacer referencia a los Equipos de Protección Individual. El equipamiento que debe llevar un trabajador para proteger su integridad física. Un conjunto de elementos indispensables para prevenir accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

Nunca hemos oído hablar tanto de los EPIs como durante la pandemia del COVI-19. Los equipos sanitarios: médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, etc. actuaron como una barrera humana para frenar la propagación del virus. Uno de los principales problemas que aparecieron durante buena parte de la pandemia es que no se disponía de los equipos de protección adecuados.

Aquella epidemia era nueva y el virus que la propagó, desconocido. Los centros sanitarios no estaban preparados para hacer frente a la emergencia. Muchos de los profesionales de la salud terminaban contagiados y no había medios humanos suficientes para afrontar la situación. Seguro que todos nos acordamos de aquellos momentos tan duros. La inversión en EPIs fue fundamental para frenar el avance de la pandemia.

Pero los EPIs ya existían. No estaban preparados para el coronavirus, pero sí para afrontar los riesgos más habituales que se dan en cualquier puesto de trabajo. Los cascos de los albañiles, las botas antideslizantes de los obreros industriales, las gafas de los soldadores. Todos estos son elementos que forman parte de EPIs concretos.

Alejandro Garrido, experto en protección laboral de Lucemtum, una empresa alicantina que provee de EPIs y ofrece asesoramiento en materia de seguridad en el trabajo a las empresas, señala que los EPIs protegen ante riesgos físicos, químicos, biológicos y ergonómicos en el trabajo.

Son elementos indispensables en buena parte de los sectores productivos. Sobre todo en aquellos trabajos que pueden entrañar algún riesgo físico para los trabajadores. Un tema en el que ninguna empresa debería escatimar medios. Te hablamos de los EPIs más importantes y, también, sobre los más utilizados.

Los EPIs más conocidos.

Hay determinadas profesiones que asociamos inmediatamente a su EPI. No podemos entender a ese profesional sin sus elementos de protección habituales. Estas son algunas de ellas:

  • Los sanitarios: Hemos oído hablar tanto de los EPIs en el sector de la salud, que de inmediato los relacionamos con ellos. Y es que los profesionales que trabajan con enfermos deben protegerse y no enfermar para poder curarlos. Muchos de los elementos que utilizan a diario son EPI. Estamos hablando de la bata blanca y el uniforme. Una tela que se limpia en lavanderías industriales especiales y que se puede desinfectar, ya que el textil retiene virus y bacterias. Los guantes y el gorro que se utilizan en los quirófanos, además de proteger al paciente, protegen al sanitario de posibles infecciones. Y por supuesto las mascarillas clínicas y los zuecos de goma EVA. Un calzado antideslizante que permite libertad de movimiento en el tobillo, para evitar caídas y esguinces.
  • El uniforme de un bombero es un EPI en sí mismo. Tienen el casco que les protege la cabeza de posibles impactos producidos por desprendimiento. Las botas de goma antideslizantes, para evitar caídas. La chaquetilla y los pantalones de amianto, un material ignifugo, que les protege del fuego. Y las mascarillas de oxígeno para cuando sea preciso.
  • Trabajos en altura. Estos son trabajos de mantenimiento, reforma o construcción que se realizan a grandes alturas. En ocasiones, descolgándose por la fachada de los edificios o estructuras, y otras veces, desde andamios especiales. Buena parte de su indumentaria son elementos de protección personal. Hablamos del caso, del arnés, de los guantes y del calzado.

Los elementos EPI indispensables.

La ISO 45001, una norma internacional que fija una serie de estándares mínimos en materia de seguridad y salud en el trabajo, nombra 5 elementos de protección indispensables que deben estar presentes en cualquier trabajo que implique un riesgo para la integridad física del trabajador. Estos elementos son:

  1. Cascos de seguridad. Cualquier trabajo en el que exista riesgo de caída de objetos o posible colisión en la cabeza es obligatorio el uso del casco. Estos cascos deben estar debidamente homologados. En la Unión Europea, deben tener el sello CE (Conformité Européenne) y en Estados Unidos y algunos países de Hispanoamérica, la certificación ANSI (American National Standards Institute).
  2. Gafas protectoras. Los ojos son unas de las partes de nuestro cuerpo más vulnerables y sensibles a sufrir daños de gravedad. Por eso, ante cualquier riesgo de impacto, los ojos deben estar protegidos por gafas de plástico transparentes, que se ajusten a la cabeza y no se muevan, y que no obstaculicen la visión. Tareas como la soldadura o la manipulación de ciertos productos químicos requieren gafas específicas.
  3. Los guantes. Los guantes protegen nuestras manos de cortes, quemaduras y daños causados por productos químicos. Cualquier tarea que comprometa a las manos debe realizarse con guantes. Existen diferentes tipos de guantes, dependiendo del trabajo que se realice: guantes de goma, de piel, guantes térmicos, etc.
  4. Protección auditiva. La exposición al ruido excesivo produce en el trabajador daños permanentes. A partir de los 85 decibelios o con picos de presión acústica superior a 135 decibelios es obligatorio llevar tapones u orejeras.
  5. Calzado de seguridad. Según el ISO 45001 el calzado adecuado a la actividad que se realiza es otro elemento indispensable que previene una gran cantidad de accidentes de trabajo. Desde las caídas en ambientes resbaladizos o inseguros, hasta impactos en los pies que pueden provocar aplastamientos.

Los elementos EPI más utilizados.

Después de consultar varias páginas especializadas de internet, hemos visto que estos son los elementos EPI más comprados por las empresas en España:

  1. Cascos, gafas y guantes. Los tres primeros elementos que aparecen en la norma ISO 45001 son los elementos de seguridad que más compran las empresas españolas. Cascos, gafas y guantes son artículos de protección presentes en buena parte de las obras, talleres y fábricas de nuestro país.
  2. Mascarillas y equipos de protección respiratoria. Las mascarillas tipo FFP2 y FFP3 son otros de los elementos habituales en la construcción, en la minería y en las fábricas donde se desprenden polvos industriales o gases nocivos. Estas mascarillas filtran las partículas sólidas suspendidas en el aire y reducen la inhalación de vapores tóxicos.
  3. Orejeras protectoras auditivas. Estas orejeras son frecuentes entre el personal de los aeropuertos que trabaja en las pistas, y en la construcción, cuando se utilizan máquinas como los martillos neumáticos. También podemos encontrarlas en la metalurgia y en las cadenas de montaje de automoción. En las cadenas industriales donde se emite una alta cantidad de ruido, como ciertas líneas de envasado, es más frecuente usar tapones.
  4. Ropa de alta visibilidad. Usar chalecos refractantes o uniformes con elementos que aumentan la visibilidad en condiciones de poca luz es habitual en la construcción y mantenimiento de carreteras y obras públicas, así como en determinadas tareas que se realizan en la logística y el transporte.
  5. Calzado de seguridad. El calzado de trabajo, que protege nuestros pies frente a impactos, objetos punzantes, resbalones y condiciones extremas es un elemento indispensable. Sin embargo, aún no tiene la implantación que debiera en nuestro país. Sobre todo en la pequeña y mediana empresa.
  6. Trajes desechables. Los trajes de un solo uso, que se utilizan para entrar en ambientes protegidos, se han convertido en un elemento habitual en la industria química, en la industria alimentaria y en la farmacéutica. Además de evitar la contaminación de ciertas salas e instalaciones, actúan como una barrera frente al efecto de agentes biológicos o químicos que pueden afectar al trabajador.

Retos por afrontar.

Aunque en los últimos 30 años se han dado pasos cualitativos en la seguridad en el trabajo, avances que se han manifestado en la popularización de los EPIs y en la disminución del número de accidentes de trabajo, el portal Interempresas señala que aún queda mucho por hacer.

La realidad cambiante del panorama económico y social obliga a que la seguridad en el trabajo se adapte a estas circunstancias y afronte nuevos retos.

Uno de ellos es el cambio climático. A medida que los eventos climáticos extremos se hacen más frecuentes e intensos, las condiciones laborales son más peligrosas. Sobre todo en los trabajos se realizan en el exterior. Esto obliga a que las medidas de seguridad para los trabajadores sean más efectivas y ofrezcan una mayor protección.

La circulación de personas y mercancías a nivel internacional también afecta a la seguridad en el trabajo. Los flujos migratorios hacen que personas de otras partes del mundo y con otras culturas se incorporen a las plantillas de empresas que no son de su país de origen. El enfoque para que acepten las medidas de seguridad y los modos de trabajo debe ser desde la integración, no desde la imposición. Lo que obliga a las empresas a adoptar medidas pedagógicas.

Por último, el comercio internacional de mercancías hace que materias primas y productos intermedios se muevan de un extremo a otro del planeta, provocando riesgos químicos y biológicos para los que debemos estar preparados.

Dentro de las medidas de seguridad  e higiene en el trabajo, los EPIs ocupan un papel destacado. Su implantación y desarrollo es clave para trabajar en condiciones seguras.

Articulos recientes