Debido a su gran resistencia a la corrosión, el acero inoxidable es muy popular en la fabricación de muebles, equipamiento de cocina, material sanitario, material para instalaciones de agua, la industria química, los transportes, entre otros.
Pero, además de esta propiedad anticorrosiva, este material tiene otras múltiples ventajas por las que se ha convertido en una elección muy popular y acertada para los negocios de hostelería.
De hecho, según Danvimet, expertos en muebles de acero inoxidable, los negocios en hostelería adquieren todo tipo de muebles de este material, desde mesas y soportes de horno, hasta bandejas y carros pasteleros.
Ventajas del acero inoxidable en la cocina
El uso del acero inoxidable en determinados ámbitos empresariales es sinónimo de modernidad y elegancia, además que trae variedad de ventajas en comparación al uso de otros materiales:
- Tiene larga vida útil.El mobiliario fabricado en este material resiste más tiempo y mejor el paso de los años y las posibles inclemencias a las que se expone, multiplicando así también la rentabilidad de la inversión. Lo mismo aplica con los electrodomésticos, fuentes, cacerolas y demás equipo de cocina, lo cual es un aspecto importante para tomar en cuenta si de equipar una cocina se trata.
- El acero inoxidable tiene alta resistencia a la acción de agentes corrosivos: el acero inoxidable, cuando interactúa con el aire y con el agua, permanece inalterable. Así mismo, el mobiliario de cocina industrial soporta numerosos agentes que pueden dañar su superficie, como pueden ser altas temperaturas ambientales, vapor, sal, arañazos de cuchillos, detergentes. En fin, los equipos de acero inoxidable para restaurantes soportan las duras condiciones del trabajo diario y por lo tanto, son los más idóneos para este tipo de negocios.
- Es también un material muy ligero, por lo que resulta muy cómodo trabajar con utensilios de acero.
- Si se quiere utilizar en el mundo de la hostelería, una de las ventajas principales es que no cambia el sabor a los alimentos; las mesas de trabajo de acero inoxidable o las cubiertas de acero inoxidable para cocinas garantizan que los alimentos que depositemos sobre ellas no verán alteradas sus propiedades.
- Es fácil de mantener y de limpiar. El acero inoxidable resiste a la suciedad y las manchas, tan solo con un paño húmedo basta. Y, además, no alberga gérmenes ni bacterias. Lo único en lo que se tiene que tener cuidado, es que es bastante frecuente que aparezcan manchas de cal en los utensilios de acero, por lo que para evitar su aparición es recomendable secarlos con un trapo justo después de lavarlos
- Como el acero inoxidable no tiene superficie porosa, no alberga gérmenes ni bacterias, como si sucede con el plástico o la madera. En caso de que igual se quiera tener más garantía de que el acero esté libre de gérmenes, solo se tiene que pasar un paño con desinfectante y listo.
- El agua no le provoca daños ni lo oxida.
- Es un material muy maleable. Gracias a su capacidad para doblarse y a que cuenta con una fácil soldadura, es posible dar forma a mesas, estanterías, carros y todo tipo de muebles de acero inoxidable.
- El acero inoxidable también tiene la ventaja estética de lucir bien a la vista, lo cual es importante para la presentación de cualquier negocio, más si es uno en el mundo de la hostelería.
El acero favorito de los restaurantes
En el mercado existen diferentes tipos de acero inoxidable que puedes elegir para los muebles y el equipo de cocina de tu negocio. Todos estos cumplen con la misma lista de propiedades beneficiosas, pero hay un tipo de acero que es el más elegido por los restaurantes; el AISI 304 18/10.
La norma AISI, establecida por el American Iron and Steel Institute (Instituto Americano del Hierro y el Acero), es aquella bajo la que se agrupan los distintos tipos de aceros existentes según su estructura cristalina, es decir, según la forma en que se ordenan sus átomos.
En el caso del AISI 304 18/10, este pertenece a la serie 300 de las aleaciones cromo-níquel y cuenta con un porcentaje de un 18% de cromo y un 10% de níquel que le aportan poder anticorrosivo y maleabilidad, respectivamente.
Estas propiedades del AISI 304 son ideales para incluirlo en negocios donde se manipulan alimentos frescos. Como ya hemos explicado antes, la fina capa de óxido de cromo o “capa pasiva” que recubre la superficie de este material, la cual se autorregenera cada vez que entra en contacto con el agua le convierten en la mejor elección para ser el pilar de una cocina.