Ionización para mejorar la calidad del aire en el hogar.

Los que vivimos en la ciudad somos conscientes de que respiramos un aire de mala calidad, que poco a poco va deteriorando nuestra salud. Instalando ionizadores en ciertas dependencias de nuestra casa o en la oficina podemos contrarrestar ese efecto.

Los ionizadores son aparatos eléctricos que liberan moléculas, los iones, que alteran la composición del aire. Al aumentar y equilibrar estas partículas, purifican el ambiente.

Antes de explicar qué son y cómo funcionan, considero oportuno ahondar un poco en la composición del aire que respiramos. El aire está formado por átomos de oxígeno, nitrógeno, vapor de agua, dióxido de carbono y otros gases y partículas en suspensión.

Todos los átomos tienen moléculas que van orbitando en torno al núcleo. Unas son de carga positiva, los protones, otras de carga negativa, los electrones, y otras neutras, los neutrones. En el caso del oxígeno, que alimenta las células de los seres vivos, la cantidad de iones afecta a la calidad del aire.

Los iones tienen una vida reducida de entre 30 y 300 segundos antes de perder su carga, aun así son extremadamente activos. En entornos naturales su densidad por centímetro cúbico oscila entre los 400 y 1100 iones negativos y los 500 y 1200 iones positivos. En las ciudades y en el interior de los edificios, la cantidad de iones desciende entre un 80 y un 90%, reduciéndose, por tanto, el poder nutricional que aportan los átomos de oxígeno al organismo.

La cantidad de iones de carga positiva y negativa suele estar equilibrada. Por ejemplo, una molécula de oxígeno está compuesta por dos átomos que tienen 4 protones y 4 electrones. Esta combinación es lo que se llama número atómico. La estancación del aire y otros elementos contaminantes van reduciendo la densidad de iones.

En la naturaleza el oxígeno se recarga. Encontramos una mayor cantidad de iones cerca del agua en movimiento: cascadas, océanos, fases iníciales de los ríos. Esto hace que el aire sea de mayor calidad y brote la vida con más fuerza. Lo podemos observar en el color radiante de la vegetación que crece próxima a estos fenómenos.

Esa ionización del aire también afecta al hombre. Se encuentra más alegre, en mejor estado físico y se siente revitalizado. La ionización artificial consiste en reproducir esas condiciones que se dan en algunas partes de la naturaleza dentro de espacios cerrados.

Una tecnología presente en la naturaleza.

El blog Ecología Verde nos indica que la naturaleza tiene sus propios mecanismos para recargar y purificar el aire. Esta se da por medio de fenómenos meteorológicos y geológicos como los vientos, los rayos, las tormentas; con los saltos de agua y por las propias radicaciones que emite la tierra. Esto hace que los iones se formen de manera espontánea.

Según indica este blog, la proporción de iones en espacios naturales no contaminados es de 4 iones negativos por cada ion positivo. La electricidad, producida por los electrones, es fundamental para que exista vida. Varios estudios científicos han demostrado que sin electricidad estática, los animales mueren al poco tiempo y las plantas no crecen.

Los iones positivos se forman por los rayos ultravioleta de la luz solar, los vientos secos y la fricción de masas de aire. El hombre los genera por medio de la contaminación atmosférica, el aire acondicionado, las pantallas de aparatos electrónicos (televisión, ordenadores, teléfonos móviles) y por las fibras sintéticas.

El aire con predominio de iones positivos hace que los ambientes estén cargados. En el hombre genera cansancio y un estado bajo de ánimo que puede derivar en malestar físico (dolores de cabeza) o mental (tendencia a la depresión)

Por otro lado, la ionización negativa, mejora la funcionalidad del cuerpo y el estado de ánimo. Los iones negativos se forman con el aire y el agua en movimiento, la fotosíntesis de las plantas o por la radioactividad natural. Por ejemplo, la cumbre de las montañas emite radiación debido a la concentración de metales de los estratos rocosos que irradian la energía que captan de la atmósfera.

Inconscientemente, el hombre ha sabido reproducir esos fenómenos. Por ejemplo, sabemos que una ducha es energizante. Reproducimos artificialmente un salto de agua. Las gotas al chocar contra una superficie sólida se rompen y liberan los iones negativos en el ambiente.

¿Qué son los ionizadores de aire?

Los ionizadores son un dispositivo eléctrico de alta tensión, conectado a la red eléctrica, que liberan aniones, partículas de iones negativos, con uno o varios electrones adicionales que cargan negativamente el aire.

Algunos purificadores de aire están diseñados para generar iones negativos. Se han utilizado ionizadores de aire junto a placas electrostáticas para eliminar la aparición de infecciones bacterianas y reducir las infecciones virales, creando un ambiente más sano e higiénico.

Los átomos de oxígeno presentes en el ambiente se cargan a medida que entran en contacto con los aniones generados por el dispositivo, mediante atracción electroestática. Además, cualquier elemento conductor conectado a tierra cercano atrae las partículas que conforman el aire del ambiente, ya pase por un limpiador o simplemente entren en contacto con las paredes y techos más cercanos.

Los responsables de Air Quality Procescan, una empresa distribuidora de sistemas de ionización bipolar, nos comentan que mediante esta tecnología se consigue reproducir condiciones ambientales que se dan en la naturaleza en recintos cerrados.

En la actualidad, este sistema mecánico se está complementando con herramientas informáticas que monitorizan la calidad del aire en espacios cerrados, corrigendo su composición según las necesidades. Esto permite una optimización de los recursos. Disponiendo de aire de calidad en todo momento, gastando la electricidad estrictamente necesaria.

Dentro de esta tecnología, la ionización bipolar es el sistema más efectivo para eliminar virus y bacterias. Se basa en limpiar el aire permanentemente, manteniendo una carga eléctrica adecuada, al tiempo que se neutralizan partículas alergénicas, olores, bacterias y hongos estacionales.

La ionización bipolar no contiene ozono, por lo que se puede utilizar las 24 horas del día en presencia de seres vivos. El aire se purifica al pasar por filtros estancos, mientras el ionizador genera iones que se esparce por medio de un sistema de ventilación.

Los nuevos iones, incorporados al aire, detectan los compuestos orgánicos, atacan su membrana, acceden al núcleo y terminan oxidándolo, convirtiéndolo en agua. De esta forma se pueden eliminar elementos patógenos presentes en el ambiente, sin utilizar productos químicos. Su único residuo es vapor de agua.

Beneficios de la ionización del aire.

En un post publicado en LinkedIn, se presentan los beneficios que reporta el empleo de ionizadores de aire para la salud humana. Comentamos algunos de ellos:

  1. Disminuye las dolencias pulmonares. En un experimento que llevó a cabo la Universidad de la Bretaña Occidental (Francia) se sometieron a un grupo de 30 pacientes que sufrían asma bronquial, durante 17 meses, a un tratamiento de iones de aire negativos de alta densidad. Pasado ese tiempo se comprobó que mejoró su salud reduciendo un 50% la medicación. El uso de ionizadores permite disfrutar en todo momento de aire limpio, reduciendo las probabilidades de sufrir afecciones pulmonares y contribuyendo a la sanación de las que ya existen.
  2. Mejora el sistema inmunológico. Una investigación realizada por el Instituto de Biofísica Teórica de la Academia de Ciencias de Rusia llegó a la conclusión que la exposición de mamíferos al aire ionizado aumentaba los niveles de enzima antioxidante SOD (Superoxidos Dismutasa). Esa encima, generada de forma natural por el cuerpo, recubre las células de los tejidos, tanto exteriores como interiores, y las protegen de la acción de los radicales libres, lo cual ralentiza el envejecimiento de las células. Se considera que el aire cargado de iones estimula al cuerpo en la producción de esta encima.
  3. Mejora la presión arterial. Este mismo estudio, realizado por la academia rusa, establece que la ionización del aire mejora la frecuencia cardiaca y la calificación del esfuerzo percibido (EPR), es decir, el pulso cardiaco en la realización de un esfuerzo, respecto a aquellos sujetos inmersos en un entorno neutro. La ionización del aire crea unas condiciones para el cuerpo humano en el que se mejoran varias funciones cardiovasculares y termorreguladoras. Se piensa que esas influencias positivas se incrementan de forma proporcional al tiempo de exposición al aire ionizado.
  4. Regulación del sueño. Un equipo de investigadores del Centro de Ciencias del Deporte y el Ejercicio, de Liverpool (Reino Unido), sometieron a varios sujetos masculinos a la exposición a iones negativos y midieron sus constantes vitales. Descubrieron que los beneficios cardiacos y del sistema respiratorio aumentaban particularmente en estado de reposo. Lo cual favorecía los efectos reparadores del descanso. Entre las múltiples consecuencias se encuentra la reducción del insomnio.
  5. Beneficios psicológicos. En otro estudio médico realizado con 112 pacientes con trastornos mentales, a los que se les sometió a sesiones de aire ionizado durante 10 y 30 días, se observó un descenso generalizado de la ansiedad y las reacciones depresivas.

Igual que sucede en la naturaleza, el aumento de iones en el aire mejora el estado de ánimo y el nivel energético de nuestro cuerpo. Los ionizadores artificiales enriquecen la calidad del aire, como lo hacen algunos fenómenos que se dan en la naturaleza.

 

 

 

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